En los países latinoamericanos se está presentando la misma problemática en lo referente a la educación científica, la falta de interés en los estudiantes y el desafío por encauzar hacia la investigación científica de los centros educativos y ente regulador de la enseñanza, ha llevado a la publicación y análisis de este problema, alguno países como Argentina, donde el estado , provincias y Ciudad de Buenos Aires, son los comprometidos de planear, establecer, controlar y invertir en el sistema formativo; garantizando el acceso a la enseñanza a todos los individuos (Outomuro, 2004).
En Venezuela las políticas pedagógicas se orientan hacia el progreso de la calidad, aumento de la protección y innovación del sistema educativo, a través de la exploración y transformación de todos sus niveles, con autonomía a los centros educativos (Charles, 2005).
En Costa Rica, la estructura del sistema educativo es manipulada por el Estado proporciona formación cultural y académica a los ciudadanos. Es una necesidad básica social, junto con la educación provista en el hogar y la educación no formal, el Ministerio de Educación el ente delegado que regula, dirige a los que se facultan de regular que se cumplan con requisitos básicos de enseñanza.
Para esto estos tres países han creado leyes en los cuales se respalda la educación como un derecho hacia sus ciudadanos al igual que se comprometen a invertir en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, esto como una vía hacia el desarrollo económico de su pueblo y de futuras generaciones (Ley de promoción del desarrollo científico y tecnológico, S.F).
Debido a la carencia de interés se han fomentado apoyos pedagógicos, como una educación más personal, orientada a suplir las necesidades de los alumnos, como la de los de necesidades especiales como motrices o de aprendizaje para aumentar el aprendizaje, el éxito es consecuencia de varios elementos combinados en los que la formación, las debilidades y fortalezas en la enseñanza, como la frustración, la apatía son una parte esencial en la ganancia del conocimiento (Acevedo, 2004).